dissabte, 6 de març del 2010

Vivir en el caos




Eran las 11 un poco tarde para mis costumbres pero hay días en que uno se enreda entre el calor de las sábanas y le intimida el frío de fuera y si uno se puede quedar, porque no darse el lujo de holgazanear.
Inconsciente de la hora , María podía venir de un momento a otro, enchufo la minicadena suena Ella Fitzgerald y Louis Amstrong la música me hace caer en el brazo del sofá, cerrar los ojos y dejarse acariciar por la música, entreabro los ojos y una inquietante luz me hace levitar para descubrir si el sol era una alucinación creada por la felicidad musical y los efectos secundarios de o era realidad, subo la persiana impaciente y al comprobar la no ilusión y la realidad, he volado por la casa, como una hada para que mi hogar se empapara y atrapara la luz que nos regatea el cielo lisboeta.
Entre silbidos, cantos y alegría preparo el desayuno, sin parar de mirar por la ventana, sin acabar de creer que había sol!, antes de sentarme; pego mi nariz y mis manos a la ventana de la terraza y descubro que los planticidios cometidos, eran una ilusión, bueno algunos han sido tremendos pero que más maravilloso que ver el rosal resucitado, rosas de Sharon y una lavanda preciosa.
Buen rollo y desayuno... pero el café amargo, cosas de tomarlo sin azúcar, me ha hecho recordar el esqueleto de la dorada yaciendo sobre el banco a la espera de acción, las bragas en el suelo, el cenicero abarrotado, botas, libros, papeles, el tenderete, ropa a la espera de armario... sensación de angustia y riiiiiiiinnnng. Dilema: arreglo un poco y abro, abro y mientras sube y se cambia arreglo. Momento de crisis... y caos en el caos. Total, mi frase ha sido: Bom día María, Bemvenida ao Caos!
A partir de hoy, María va a seguir experimentando lo que es convertir el caos en orden para hacerme feliz y convertirlo en caos para ser feliz. A estas alturas ya acepto el caos como parete inherente de mi...